A estas horas pesadas, en las que los ojos parecen caer y las fuerzas agotarse, desvanecerse el aliento y caer la voluntad... Yace Acostada en el seno de su agobio, entrelazada en la carcomida pared que la antecedió y que algún día le dijo cosas al oído, que creíste subirte por mi calcañar y maldecirme, cuando la ira se sintió física, cuando el llanto se vio inevitable, cuando las gargantas aprietan y tiran sus cuerdas, las nubes taparon el sol y no vio camino posible, cuando el pilar fue atacado y carcomidas sus bases, cuando el frondoso y fuerte árbol se derriba y su sombra no permanece, cuando no llega el sueño y despertó creyendo que era cierto, cuando abrió sus ojos una vez mas ante la herrumbre del que le rodeaba y todos quienes le seguían, callados y taciturnos, ellos, ella, ira que no se contiene, respira de lo que no tiene, se apodera de lo que creyó y toma lo que profesó –no, dijo el acusador, yo uso esas palabras en tu contra—
Argumentos inválidos, seres gelidos, vida plástica, cabezas de metal, llenos de la amarga miel que colma su insensible y desviado paladar, perdidos en la angustia que azota cuando no ven, queriendo ver para ser, solo uno mas, complaciente, felicidad, momentánea vanidad, la ambición que se impone y nos entregan desnudez al placer que sus mentes consumen, tan sordos y ciegos.
Cual es el precio que has puesto a su libertad? cual es el precio que han puesto a su libertad? Para que sigan siendo esclavos de su maldad.
Cegados, atormentados y complacidos, llevados por completo de la mano del destructor a su entrega... ante esto... tu ojos bien cerrados? A mi parecer, celda de la que fuimos por gracia rescatados, para que pudiésemos ver y no huir, sanar, restaurar y gritar, aunque es complicado luchar inclusive en contra de uno mismo, ir en contra de tu vieja naturaleza” Neh 6:9 Porque todos ellos nos intimidaban pensando: "Se debilitarán sus manos en la obra, y no será llevada a cabo." ¡Pero, oh Dios, fortalece mis manos!”
Cuando sentí física la ira, oh Dios padre, solo, me entregué a tu mano poderosa.
2Ch 6:18 "Pero, ¿es verdad que Dios ha de habitar con los hombres sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener. ¡Cuánto menos este templo que he edificado!
2Ch 6:19 Sin embargo, oh Jehovah, Dios mío, vuélvete hacia la oración y la plegaria de tu siervo, para oír el clamor y la oración que tu siervo hace delante de ti.
2Ch 6:20 Estén abiertos tus ojos de día y de noche hacia este templo, hacia el lugar del cual has dicho que allí estaría tu nombre, para escuchar la oración que tu siervo haga hacia este lugar.
2Ch 6:21 Escucha las plegarias de tu siervo y de tu pueblo Israel, cuando oren hacia este lugar. Escucha tú desde el lugar de tu morada, desde los cielos; escucha tú y perdona.
Escucha, perdoname y fortalece!!!!!!!